
Un informe publicado este año por la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que el uso de Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina (ENDS) y los cigarrillos electrónicos en general conllevan el riesgo de renormalizar el comportamiento de fumar, especialmente entre las poblaciones más jóvenes.
En ese contexto, la industria tabacalera busca activamente socavar las prohibiciones existentes, presionando para obtener excepciones que permitan el vapeo en espacios cerrados y otras prácticas que promocionen su consumo.
En Argentina, el uso de cigarrillos electrónicos o vapeadores exhibe una tendencia de crecimiento alarmante, particularmente entre la juventud, a pesar de que su comercialización, importación, distribución y publicidad están actualmente prohibidas desde hace 14 años por una resolución de Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat).
Datos clave que muestran el crecimiento del vapeo en Argentina
• La Encuesta Mundial sobre Tabaco en Jóvenes más reciente reveló que el 7.1% de los estudiantes argentinos (entre 13 y 15 años) utiliza cigarrillos electrónicos.
• Este porcentaje se elevó al 8% en una encuesta realizada en 2023 a estudiantes secundarios de escuelas públicas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
• De 12 a 13 años, se estima que el 25.2% ha usado vapeadores alguna vez, y el 11.2% lo hizo en el último mes, lo que evidencia una preocupante disminución en la edad de inicio.
• Una encuesta de la Fundación Interamericana del Corazón (FIC Argentina, 2023) en CABA indicó que el 2.45% de la población entre 13 y 18 años es consumidora actual de cigarrillos electrónicos, y un alarmante 47.7% estaría dispuesto a probarlos. El 61% de los adolescentes comienza a consumirlos entre los 14 y 15 años.
Los datos expuestos reflejan un aumento significativo en la prevalencia del vapeo entre la población joven argentina. Por ese motivo, la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) alertó este año sobre un “grave problema sanitario”.
Baja percepción del riesgo y estrategias de marketing
La industria tabacalera y sus allegados dirigen agresivamente sus campañas hacia los jóvenes. Utilizan miles de sabores atractivos (frutas, chicle, chocolate, vainilla, menta, bebidas cola, entre otros), envases llamativos y una intensa promoción a través de canales digitales, redes sociales, influencers y celebridades. Esta estrategia abrió nuevos mercados y busca asegurar la formación de “lucrativas nuevas generaciones de adictos a la nicotina y al consumo de tabaco”.
Asimismo, esta agresiva mercadotecnia se ve facilitada por la baja percepción de riesgo que existe entre los jóvenes:
• El 41.8% de los estudiantes cree que el cigarrillo electrónico es menos dañino que el cigarrillo convencional.
• Casi el 40% no sabe si es más o menos dañino.
• Solo el 7.3% lo considera más perjudicial.
La SAP subraya que esta falsa creencia de “bajo riesgo” está muy extendida entre los adolescentes. Por eso es fundamental que los adolescentes vean a estos dispositivos no como herramienta para dejar de fumar, sino como una puerta de entrada al consumo de tabaco.
En efecto, está científicamente comprobado que aquellos que vapean tienen una mayor probabilidad de iniciarse en el consumo de cigarrillos convencionales (uso dual) o de transitar hacia el consumo de otras sustancias.
Contexto y análisis de salud pública
Los cigarrillos electrónicos, también conocidos como vapeadores, representan una amenaza creciente para la salud pública, especialmente entre los jóvenes. A pesar de los esfuerzos internacionales por controlarlos, su proliferación y las tácticas de la industria tabacalera plantean desafíos significativos.
1. Definición y composición: un cigarrillo electrónico es un dispositivo que produce un aerosol inhalable, simulando la acción de fumar. Se compone de una batería, un atomizador y un cartucho. La batería calienta una solución líquida, generando una “niebla” que es inhalada y llega a los pulmones.
La SAP enfatiza que muchos de estos componentes son desconocidos o no han sido probados para la inhalación. Las variaciones en el voltaje y los sistemas de calentamiento pueden generar la formación de sustancias tóxicas en las emisiones. Por eso algunos productos publicitados como libres de nicotina, en realidad la contienen.
2. Peligros y efectos en la salud: organismos internacionales como la OMS y la OPS desaconsejan unánimemente el uso de cigarrillos electrónicos, advirtiendo sobre sus peligros inherentes. Estos dispositivos no son productos seguros ni su consumo es saludable.
• Sustancias tóxicas: las emisiones contienen nicotina y una variedad de otras sustancias tóxicas nocivas, afectando tanto a usuarios como a terceros expuestos a los aerosoles. Se identificaron compuestos como acetaldehído, acroleína, formaldehído y nitrosaminas, todos perjudiciales para la salud humana.
• Adicción a la nicotina: la nicotina es altamente adictiva y genera dependencia al tabaco. El uso de cigarrillos electrónicos conlleva un riesgo significativo de adicción, particularmente en niños y adolescentes. Dada la inmadurez cerebral (que se extiende hasta los veintitantos años), la exposición a la nicotina en estas edades puede causar cambios irreversibles que afectan funciones cognitivas cruciales como el aprendizaje, la memoria y la atención. En mujeres embarazadas, puede tener efectos adversos similares en el desarrollo cerebral del feto. Los adolescentes pueden desarrollar adicción más rápidamente debido a las altas concentraciones de nicotina en las soluciones de vapeo.
• Riesgos respiratorios y cardiovasculares: durante la década pasada, se detectó una enfermedad respiratoria grave asociada al vapeo denominada EVALI (Lesión Pulmonar Asociada al Vapeo/Uso de Cigarrillos Electrónicos). Se han reportado muertes vinculadas a esta patología, que provoca una inflamación pulmonar severa, con síntomas similares a una infección respiratoria aguda grave que a menudo requiere internación en unidades de terapia intensiva y asistencia respiratoria mecánica. El primer caso de EVALI en Argentina se detectó en 2019 en un paciente de 18 años. Estudios recientes también sugieren que el uso de cigarrillos electrónicos puede incrementar el riesgo de enfermedades cardíacas y trastornos pulmonares. Asimismo, los adolescentes que vapean presentan con mayor frecuencia tos, sibilancias, náuseas, vómitos, dolores de cabeza y mareos.
• Otros efectos dañinos: se han documentado daños en otros órganos (convulsiones, hemorragias, síntomas digestivos). Asimismo, se han descrito quemaduras por explosión de dispositivos, intoxicaciones por ingestión accidental de los líquidos (especialmente en niños pequeños o mascotas), y los efectos de la exposición al “humo de segunda y tercera mano”, que afecta a quienes no consumen pero están en contacto con los vapores residuales.
• Vapeo de cannabis: presente en algunos líquidos con CBD y/o THC, puede generar los mismos efectos nocivos que fumarla, incluyendo problemas de memoria y aprendizaje, bajo rendimiento académico, trastornos emocionales (ansiedad, depresión), alteraciones hormonales y trastornos de la personalidad.
3. Regulación en Argentina
Actualmente, la importación, distribución, comercialización y publicidad de cigarrillos electrónicos y/o vapeadores, sus cartuchos y líquidos recargables, está prohibida en Argentina por la Disposición ANMAT N° 3226/2011. Esta normativa fue reafirmada en 2016 y nuevamente confirmada por la Resolución N° 565/2023 del Ministerio de Salud de la Nación en marzo de 2023.
La ANMAT desaconsejó su uso desde 2011 por la falta de evidencia científica que respalde su eficacia como estrategia para la cesación tabáquica. El Ministerio de Salud también sostiene que los cigarrillos electrónicos no deben usarse para dejar de fumar debido al riesgo de enfermedad pulmonar grave y porque no logran la cesación total, manteniendo principalmente la adicción a la nicotina.
Pese a esta prohibición, existe un activo comercio ilegal, particularmente a través de canales electrónicos, que facilita el acceso de los jóvenes a estos productos, a menudo incentivados por sus pares. Esta situación genera una falta de conocimiento sobre el origen y la calidad de manufactura tanto de los dispositivos como de las soluciones.
4. Propuesta de Legalización y Preocupaciones Recaudatorias
Desde el Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos de la Defensoría del Pueblo bonaerense expresamos nuestro rechazo al proyecto de Ley del Poder Ejecutivo Nacional (Artículos 193° y 197°) que modificaría la Ley N° 24.674 de “Impuestos Internos”. Esta modificación propone incluir a los cigarrillos electrónicos y/o vapeadores, cartuchos y líquidos recargables como nuevos productos sujetos a una tasa del 20% sobre la base imponible al expendedor (y 25% para el fabricante o importador).
La propuesta legalizaría de facto la comercialización de estos productos contraviene directamente las normativas de organismos nacionales dedicados a la protección de la salud humana (Ministerio de Salud y ANMAT). Esta iniciativa ignora los principios de precaución y las advertencias de entidades internacionales (OMS, OPS, CDC, Asociación Americana Contra el Cáncer) y nacionales (Sociedad Argentina de Cardiología). En ese sentido, resulta preocupante que la legalización de un producto pueda generar una presunción de inocuidad y seguridad en la sociedad, especialmente dada la ya baja percepción de riesgo entre los jóvenes.
La conclusión es contundente: no es legítimo, en la búsqueda del equilibrio fiscal, legalizar y gravar con impuestos productos cuya comercialización es desaconsejada por los organismos de salud, ya que la salvaguarda de la salud de la población es una función esencial e indelegable del Estado.
Por Walter Martello
Defensor del Pueblo Adjunto / Coordinador del Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos